TORRIJAS
Típicas de estas fechas son las torrijas. Un dulce en el que aprovechamos el pan que se nos va quedando duro, aunque están tan buenas que al menos yo, ya compro pan de sobra sólo para tener la excusa de hacerlas.
Llevamos a ebullición tres cuartos litros de leche con media ramita de canela y la piel de una naranja. Lo tenemos hirviendo a fuego muy suave durante unos cinco minutos. Apagamos el fuego y añadimos diez cucharadas soperas de azúcar, removemos bien con una cuchara para que se disuelva.
Añado al final el azúcar para no tener que estar tan pendiente de que se queme.
Ahora hacemos rodajas de un dedo de grosor unos tres panes y las disponemos en una fuente de manera que sólo haya una fila, que no se amontonen. Volcamos por encima la leche y luego las pasamos por huevo batido para luego ir friéndolas en abundante aceite de girasol (al menos un dedo y medio de aceite y luego le vamos dando la vuelta).
Vamos sacando las torrijas y las disponemos sobre papel absorbente para luego espolvorearlas con azúcar y canela si es de nuestro gusto, en mi caso con azúcar es más que suficiente.