SALSA DE TOMATE CASERA Y RÁPIDA
Los botes de tomate frito del super son muy socorridos y prácticos, algunos más caseros que otros y algunos más sanos que otros. Pero tenemos la opción de preparar nuestro propio tomate frito sin el engorro de lavar, pelar y picar tomates. Simplemente compraremos una lata de tomate triturado eso sí extra, las hay grandes de casi 800 gramos. Sin nos fijamos en los ingredientes son de lo más sano, no tiene aceite, no tiene sal y como conservante usa ácido cítrico bastante natural.
Sigo con mi campaña antigrasa, es decir, procuro hacer las comidas y fundamentalmente los sofritos con la menor cantidad de aceite posible. Se me ponen los pelos como escarpias cuando veo esos sofritos con la cebolla nadando en aceite.
Se pueden hacer los sofritos con dos cucharadas de aceite nada más (vean la foto), con lo que consiguimos que nuestras comidas sean más sanas y encima más económicas al gastar menos aceite. Eso sí, tendremos que estar más pendientes para que no se nos queme, pero nada más.
Bueno, pues hacemos así un sofrito con una cebolla, un cuarto de pimiento rojo o verde y un diente de ajo picado.
Cuando esté blandito y transparente añadimos la lata de tomate triturado extra, sal a gusto y un pellizo de azúcar para quitarle acidez y lo dejamos a fuego muy bajito durante veinte minutos.
Ya tendremos nuestra salsa de tomate hecha y además tiene sofrito con lo que es más sabrosa y nos ahorra el paso del sofrito para la elaboración de muchas comidas. Podemos pasarla por la batidora o no, eso va en gustos.
La salsa la podemos disponer en tarros o tuppers y guardar en la nevera la que vayamos a consumir en los próximos tres o cuatro días y el resto congelarla.
En resumen una salsa fácil, sana, socorrida y económica. ¡Todo ventajas!.